Saludos iniciales y obligatorios

¡Bienvenidos! Empezaremos por los saludos de rigor, como si nos encontráramos a la vuelta de la esquina. Todos trabajaremos en este espacio; todos podemos sugerir, comentar y preguntar. Espero que este sitio nos ayude y nos premie de algún modo. Para escribirme: elfuturodelpais@gmail.com . Un abrazo.

martes, 30 de octubre de 2007

A veces me pregunto, ¿por qué soy docente?

Los docentes no somos perfectos, somos personas. Falibles como cualquiera. Siempre se espera que seamos un ejemplo de virtudes. ¿Debe ser así? ¿Realmente es así? No intento vender esa imagen, por lo mismo que dije anteriormente, soy una persona, como cualquiera de ustedes. Sí intento dar lo mejor de mí. Y a veces no se puede. Tengo altibajos, a veces estoy eufórica por lo que hacemos y otras, ante la indiferencia, vuelvo a preguntarme ¿por qué soy docente si mis alumnos me miran como si de pronto me hubieran caído encima toneladas de años? Obsoleta. Vieja. Así, me siento en esos momentos. Entonces, ¿qué hacer? ¿Dejarme vencer como muchos de mis colegas? Ojalá no me gane la mansedumbre ni la conformidad. Pero no es fácil. Ustedes no vienen con "manual de uso", porque no son electrodomésticos. Cada uno es diferente y yo también.
Sí, a veces o muchas veces, me pregunto ¿por qué soy docente? La respuesta es siempre la misma. Porque sueño. El docente es un soñador. Piensa que es al lado de los alumnos donde el mundo empieza a dejar de ser injusto. Donde es posible construir algo diferente. Un lugar seguro para los que amamos. No sé si está bien que me muestre ante ustedes así, pero no les puedo mentir. Quizás lo que debería unirnos debería ser precisamente ese sueño, sueño que mientras sea individual carece de sentido; el mundo debería ser justo para todos, no para algunos. Si piensan así, estamos en el mismo barco, sólo hay que empezar a remar, y para remar hay que hacerlo juntos y requiere esfuerzo, un deseo y un destino.
¿Se embarcarían conmigo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida Sonia, a veces parece que la educación esta destinada al exterminio, parecería que las olas simpre vienen en contra y muy pocas olas a favor...

La institucionalidad de la institución agota y a veces quiere hacernos claudicar... De los chicos son sólo chicos, no son nuestros hijos... Pero SI, son nuestros chicos... Algunos aprenderán, otros no... cada uno de ellos nos hará pintar cantas y quizá, uno, dos, tres entre tantos te responda cuando sea hombre... por qué eres maestra.

Quizá demasiada pasión es nuestro pecado... Adelante!